sábado, 31 de diciembre de 2011

Adios 2011



Mi año empieza en verano y termina al final de la primavera. Algún nombre tendrá en algún calendario de algún país oriental. Pero aun y todo me encanta el paso del 31 de Diciembre al 1 de Enero con todo lo que conlleva: fiestas, comidas, celebraciones, confetis, serpentinas, risas, abrazos, brindis, cava, antifaces, música, gritos, cuadrillas con gorritos de papel a la luz de las farolas, besos, carcajadas, uvas y fuegos artificiales.

Tal vez y solo tal vez, camine con el pantalón remangado por la orilla de La Concha y con los zapatos anudados por sus cordones alrededor del cuello.
Acariciaré su cara en la pantalla de mi smartphone y sonreiré como el primer día, leyendo los subtítulos tan ingeniosos de una película de dibujos que realizó. No necesito más.

¡Feliz, feliz, feliz, salida y entrada de año!

Safe Creative #1201030844186

martes, 27 de diciembre de 2011

Deseos para el año nuevo

  • No avisar a las 12 que primero son los cuartos. Ya lo saben.
  • Que me toque la lotera.
  • Que me toque el gordo. No. Mejor no.
  • Que me toque el niño. No, no, tampoco.
  • Que me toque la lotería. Pero eso no es que me le la pasen por la chepa.
  • Que lo que pida a los Reyes Magos (de esto hablaré antes del 6 de enero) me lo traigan.
  • Hacer un musical con el de Trolololo.
  • Que desaparezca de una vez la Terapia de Grupo; perdón, "Sálvame", porque no tienen remedio y me consta que contagian.
  • Bañarme en "Devil's pool".
  • Y por último, buena suerte para todo el mundo, a ver si recojo la siembra. :)

jueves, 22 de diciembre de 2011

Velocidad


Aquel coche se dejaba llevar. Su motor pedía caña,  como su propietaria sentada de copiloto.

Un toque suave al acelerador hacía que se clavara su espalda y cabeza al respaldo del asiento mientras sus muslos desnudos apretaban sus manos.

Al aminorar, se ahuecaba el pelo y secaba las comisuras de los labios con el índice.

¡Cuanto disfrutaba con aquel SLK! Ella lo sabía y por eso solía lanzarme las llaves con ese guiño tan característico como sólo ella sabía hacerlo.

Al llegar a su chalé y antes de que terminara de cerrarse la puerta del garaje, los respaldos empezaron a bajarse. Al mirarla, ella ya solo tenía puesto el sujetador de La Perla color vino, que su marido le regaló hace unos días por su aniversario de boda.

Debió utilizar alguna de sus técnicas aprendidas de Aikido, porque solo vi como tenía la intención de abrazarme y en un segundo me encontré sobre ella. Sus manos tardaron aún menos en soltarme el cinturón y mientras me hacía un masaje de encías con su lengua, me di cuenta que ya tenía los pantalones a la altura de los gemelos y el bóxer por las rodillas.

Cuando me abrazó con sus largas piernas, mi pene resbalaba en la entrada de su vagina y lo guio para que le penetrara, mientras con la otra mano ponía freno a mi cadera. Un centimetro... dos...; no permitió que entrara más de tres. No se cuanto tiempo estuvimos así, besándonos, mordiéndonos como posesos.

Mis espasmos me obligaban a salir y ella me apretaba los glúteos para evitarlo,  pero esta vez era yo quien no quería penetrar hasta el fondo; lo que hizo que sus uñas se clavaran en mi espalda y nalgas, y sus dientes en mi hombro.

El sonido inconfundible de la Ecosse Titanium de su marido, nos dejó jadeando y sudando cada uno en su asiento. Los respaldos subían. Ella miraba al techo del garaje y tragaba saliva a duras penas.

- No vuelvas a dejarme así. -sonrió-. Entremos. Ve a saludarle y después llévate el coche.

Me besó con un mordisquito en el labio cargadito de maldad.
Safe Creative #1201030844193

martes, 20 de diciembre de 2011

martes, 13 de diciembre de 2011

El cielo no tiene pestillo


    Domingos vacíos, aburridos y apáticos. Parejas de mayores practicando marcha en chándal por la city. Parejas de jóvenes, unos durmiendo y otros regresando a casa. Parejas de maduros en bici unos y en la cola de la panadería otros.
    -No me gustan los domingos, Juan. Si pudiera los borraba del calendario. ¿sabes una cosa? al acabar el domingo me di cuenta que estaba con armas negras.
    -¿Qué dices? ¿Ya estamos? -repuso Juan-
    -Te explico -le dije mientras le mostraba el sillón orejero-
    Juan se sentó y le ofrecí la mitad de una chirimoya y una cucharilla.
    -Verás, cuando los caballeros medievales se entrenaban para el combate, usaban unas espadas de hierro corrientes sin filo con un botón en la punta, como los floretes de hoy en día que se usan en esgrima, y recibían el nombre de armas negras.
    -¿Y? -Preguntó Juan mientras escupía una pepita de la chirimoya en el cenicero-
    -Pues que en oposición -contesté-, las que usaban en los torneos eran de acero, brillantes y con el extremo afilado, o como decían antes, con la punta en blanco. Los contendientes se presentaban al maestro de armas con sus escuderos quienes llevaban los escudos, y penachos.
    Juan me cogió la Pepsi y la olió.
    -¿Te imaginas Juan? -continué-. ¿Te imaginas qué espectáculo con música de fanfarrias, los estandartes al viento, las armaduras brillantes?. Todo eso quedó asociado a la frase de estar de punta en blanco; o sea estar con las mejores galas. Y ese dicho aún se aplica a quien está impecable desde la cabeza hasta los pies. Vestido como para un torneo... de elegancia.
    - Y ¿qué tiene que ver eso con que estabas tú con las armas negras?
    -Pues que al final del domingo, ese domingo apático, aburrido y gris, un "Hola wapo" lo llenó de color, se me abrió el cielo y yo no estaba de punta en blanco.
    -Siempre lo estás -me dijo mientras se levantaba y poniéndome una mano en el hombro-. ¿Sabes? la Pepsi no te sienta bien.
    Juan se contagió de mi risa mientras le acompañaba a la puerta.
    - ¡Llámame para comer! -gritó sin mirarme mientras bajaba las escaleras-

Safe Creative #1201030844209

jueves, 8 de diciembre de 2011

Los botones


    No podía evitar oir la conversación a tres bandas junto a mí, mientras me tomaba una caña en aquel pub.
    A mi izquierda una chica, otra a mi derecha con una gran melena negra mojada por la lluvia y otra detrás. Yo apoyado en la barra mirando las botellas, el ir i venir del camarero y las lucecitas del equipo de música que tenía frente a mí, cuyo volumen hacía que las tres chicas hablaran más alto de lo habitual.
    -Chica pues yo con él, es que no puedo. Es un patoso. Si no le das una cremallera es que se pierde.
    -Sí, si es que son unos botones de nada.
    -Sí, pero es que son todos iguales. Si no saben desatar una blusa como van a saber... (En ese momento dejé de escuchar porque la que tenía a mi derecha me dio con toda la melena en los ojos como si fueran 1000 látigos, con ese puto movimiento que tienen de cabeza como para sacudirse yo que sé qué).
    -Uy perdona, -me dijo mientras me frotaba los ojos por el dolor y me secaba las lágrimas-
    -No te preocupes, no es nada -le mentí -, por cierto no podía dejar de escuchar lo que hablabais de los botones. Es que vosotras tenéis los botones a la izda., y nosotros a la derecha y hay que tener cierta práctica.
    La chica me miraba como un bicho raro, así que tuve que explicarme.
    -Verás, es que antiguamente las damas de buena posición eran vestidas por sus criadas y para ellas la labor resultaba más fácil si los botones estaban situados al revés de como debían estarlo. Por eso se adoptó el cambio y se convirtió en costumbre. Y hasta hoy. Ya ves.
    La chica no dejaba de mirarme a los ojos, ni cuando andaba hacia atrás arrastrada de la mano de una de sus amigas. La perdí entre las cabezas de todo el local. Mi ojo derecho me escocía y no dejaba de llorar.
    Al mirar hacia abajo, me di cuenta de que tenía la bragueta abierta y de que no era un caballero de buena posición.

Safe Creative #1112130739893

La nariz de los emos


- ¿porqué no tienen nariz los emoticonos?
- Se quedaron chatitos al rodar
- Pobretes.
- No, si no necesitan el olfato.
- Ya, y cuando tienen catarro... que pasa con los mocos?
- Oye, tu flipas.
- La noche... es que me confunde.
Safe Creative #1112130739886

lunes, 5 de diciembre de 2011

El Ascensor


-Guión cinematográfico-

Zaguán. Interior. Día.

(Fundido negro) Antes de los títulos de crédito, insertar en scroll el siguiente texto:

“Todos los personajes y hechos de este relato son ficticios, y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Todos los hechos en los que han sido inspirados, han sido cambiados para convertirlos en ficticios."

(Fundido negro) (Sonido de fondo de latidos de corazón durante toda la escena)

Ernesto espera al ascensor. -Plano medio de Ernesto de espaldas desenfocado, con enfoque a la puerta del ascensor al fondo. -ver Storyboard- 

Se abre la puerta del ascensor y sale la vecina del 5º A.

Vecina del 5º A: -Buenos días.
           Ernesto: -Buenos días.

Travelling de Ernesto entrando al ascensor (Fundido negro)

FIN

Safe Creative #1112130739879

domingo, 4 de diciembre de 2011

En el dentista


Ayer estuve en el dentista y, cuando ya me había reclinado hacia atrás, casi en la horizontal, le agarré de las pelotas como siempre y le dije: "No nos vamos a hacer daño ¿verdad? 
Negó rápidamente con la cabeza mientras se ponía la mascarilla. 
-Tranquilo -le calmé- no hay ninguna cámara. No voy a usar nada como prueba, quítate la mascarilla.
-Siempre con tus bromas; pero suéltame los huevos. 
-Ni lo sueñes -repliqué- 
Después de haber tenido que retorcérselos por cuatro veces, me enjuagué y me dirigí a la recepción, donde pagué los honorarios correspondientes.
-La próxima en 15 días -sentenció la recepcionista-
-¡Y no faltes! -se oyó desde el quirófano.
Mientras me dirigía al coche, me proponía preguntarle la próxima vez, por qué me pone siempre la anestesia tan liviana.

Safe Creative #1112130739763

sábado, 3 de diciembre de 2011

Bloguear. Presente de indicativo


Yo escribo
Tú lees
El comenta
Ella también 

Nosotros/as nos divertimos
Vosotros/as pasáis el tiempo
Ellos/as lo pierden 




-¿Por qué dices ella también?
- Porque ella es mi amiga.
-Y ¿él?
-También.

Safe Creative #1112130739862
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