martes, 8 de noviembre de 2011

Las décimas son las décimas

He visto libros huecos que escondían armas.
He visto vídeos porno guardados en cajas con carátulas de "Los Diez Mandamientos".
He visto en los aseos, frascos y utensilios diseñados como juguetes eróticos.
He visto cajones con doble fondo y microfilms debajo de un sello de correos.

...

Y después de tanto engaño y disimulo y cuando crees que lo sabes todo, descubres la encriptación de archivos, descubres que el guardar mails en el borrador y dar el pass es más seguro que enviarlo, descubres que los diarios ya no tienen candado y que tener sexo con la 9ª sinfonía en Mi menor de Dvorak como fondo es un puntazo.

Una mujer sentada en el suelo del desván, donde entra la luz por las rendijas de la pared de madera, abre una caja de metal polvorienta donde guarda cartas de amor escritas a mano, sujetas por una cinta rosa de seda.

La cuestión es:

¿Las visiones son realidades camufladas?
¿Son los descubrimientos aprendizajes forzosos?
El romanticismo ¿se transmite o se siente?


Tengo fiebre y no doy para más.

Safe Creative #1201030844155

2 comentarios:

  1. Después de todo lo vivido y aprendido...¿ no es fantástico que aún te sorprenda la suavidad de la cinta rosa de seda?
    Eleonora

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  2. A Eleonora: Siempre. Tan suave sobre los ojos y anudado tras la cabeza. Tan suave dibujando en la espalda imitando un péndulo. Tan suave entre temblorosos muslos...
    Fantásticos momentos de noches de rosa satén.

    ResponderEliminar

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