Se soltó el pelo y sacudió la cabeza. -Que sean 16- susurró mientras se arrodillaba frente a él.
Clavó los ojos en los de él y éste le aguantó la mirada deslizándose un poco en el sillón. Después le separó las piernas para apoyar los antebrazos en sus muslos y le apretó el cinturón para poder soltar la hebilla. Tras desabrochar el primer botón, empezó a bajar su cremallera. Un espasmo aumentó de tamaño aquel bulto y siguió a duras penas. Lo presionó con su mano sobre el braslip y al enderezarlo asomó sobre la goma de la cintura: brillante, roja, palpitante y caliente. Se echó hacia atrás para bajarle los pantalones junto al braslip y los tiró tras de sí.
Con la mano izquierda en sus testículos y el pulgar de la derecha en el glande como si fuera a descorchar una botella de cava, le sopló con suavidad antes de cubrirlo con sus labios.
El cambio de temperatura y humedad hizo su efecto y más cuando se apartó y sus dedos tamborileaban de arriba hacia abajo con esos toques tan sutiles. La punta de su lengua en la base del glande no descansaba.
Le gustaba mirarle a la cara para ver el efecto que provocaban sus maniobras y disfrutaba dirigiendo su respiración y sus sonidos guturales. Dominaba la situación y era capaz de demorar su deseo de terminar, el tiempo que quisiera.
Tras una penetración profunda notó su cuerpo tenso y se la sacó de la boca formando hilos de saliva. Un reguero de flujo empezó a asomar. Era inminente la llegada de un espasmo y le apretó fuerte el perineo con los dedos haciendo unos círculos y la palma de la otra mano sobre su vientre. El semen empezó a brotar mientras elevaba la pelvis; comprendió que necesitaba contacto y ella se puso sobre él para que le penetrara sólo con el glande. Cuando terminó de correrse, entró por completo y ella le soplaba en el cuello y la frente para refrescarle.
(continuará)
¿Una segunda parte tan buena como la primera? ^_^
ResponderEliminarEleonora
Enseguida... ya llega... no tengas prisa... está a punto... es... pe... ra
EliminarUfff...es posible :$
ResponderEliminarEleonora
Pues ahora si que la hemos hecho buena...si si, hoy, yo, ya no pinto.
ResponderEliminarMenos mal que no me ves la cara...
mmmmm... lástima, creo que hubiera salido un cuadro un tanto especial. El no verte la cara es un castigo, que lo sepas. ;)
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