
Sirva de preámbulo un spot publicitario televisivo de una conocida marca de café que hizo levantar ampollas en algunos sectores. Una cosa es poder y otra cosa es saber. ¿Sabemos hacer dos cosas a la vez? Creo que todo es cuestión de aprendizaje. Y me refiero tanto a hombres como a mujeres.
Vamos a documentarnos con este artículo.
Yo, lo que le diría al Doctor Etienne Koechlin es que no olvide que hay personas, como los organistas de Iglesia que tocan el instrumento con las dos manos, con los dos pies, que leen la partitura y que toman decisiones para poder abrir las llaves de aire (hay más de cuarenta), y que también dirigen con la cabeza al coro que tienen al lado. Yo fui miembro del coro en mi colegio y desde aquí envío un beso al Padre Sierra que Dios lo tenga en su Gloria.
Tambien le diría al Doctor Etienne Koechlin que los acordeonistas, yo hice hasta 5º de solfeo con 5 de acordeón y se de lo que hablo, que tambien tocan las teclas con la derecha, los acordes con la izquierda, tienen que tomar las decisiones de abrir o cerrar el fuelle, leer la partitura y estar atentos a lo que diga el director. Los hay hasta que bailan a la vez y cantan al mismo tiempo.
Podría seguir con más ejemplos pero seguramente me equivocaría también, porque en algo debo estar equivocado, ya que no es normal que esté pensando, escribiendo, leyendo a la vez, y con los cascos escuchando a Buenafuente, mientras siento a Lagun que me arrasca la pierna para que me vaya a la cama.
Recuerdo vagamente aquel anuncio, aunque no la marca del café. Lo recuerdo porque siempre pensé que se pasaban un poquillo. Algunos hombres también son capaces de hacer más de dos cosas a la vez . Hay quehaceres cotidianos, hábitos tan asumidos que ni tan solo pensamos en ello, simplemente los hacemos de forma mecánica. Empieza la dificultad cuando nuestro consciente entra en juego.
ResponderEliminarExiste también algún privilegiado de la naturaleza, capaz de tocar las teclas con la derecha (vaya tela!!), los acordes con la izquierda ( ufff!!! ), abrir o cerrar el fuelle ( madre mía!!! ), leer la partitura ( woooow!!! )estar atento( la ostia!!!!)y además cantar ( o my god!!! Dios mío!!!). Con este despliegue de facultades ni tan solo se puede pensar en el color de los calcetines que aún lleva puestos.
Y a tu conclusión final le diría que obviamente te equivocas. Nuestro cerebro procesa a una velocidad de vértigo; no lo haces todo a la vez si no de forma consecutiva. Primero piensas, luego escribes tu pensamiento y después lees. Buenafuente es tan solo un runrún al que prestas atención cuando el público aplaude o ríe mas de la cuenta y a Lagun no le incluyas porque va por libre, aunque la pierna sea tuya.